lunes, 23 de septiembre de 2013

¿ CÓMO ACTUAR ANTE LAS RABIETAS?

Imprimir

Una de las cosas que más preocupan a los padres son los momentos donde su hij@ actúa de manera compulsiva mostrando conductas que llegan a desesperar o molestar tanto al papá o mamá, que acaba por perder los nervios y actuar de manera poco razonable. Este momento lo llamamos RABIETA.

Celia Rodríguez Ruiz , psicopedagoga, desde EDUCAPEQUES, nos muestra la manera correcta de actuar ante una rabieta...

Una conducta habitual en los más pequeños son las rabietas. Las rabietas pueden venir provocadas por distintas situaciones, por lo general son su forma de expresar una frustración o un enfado, es una explosión de rabia provocada por diferentes causas.
Los niños y niñas, sienten un malestar o frustración, justificado o no y ante la dificultad de manejar esa emoción de manera adecuada, la expresan mediante una rabieta.
Esto ocurre porque han aprendido algo, aunque no sean conscientes de ello, han aprendido que ante una rabieta reciben una respuesta del adulto en ocasiones la que ellos desean, aunque no siempre la mejor para la situación. Es importante que aprendamos a manejar estas conductas de los pequeños, que les enseñemos a controlar su frustración y a expresar sus emociones de forma adecuada y productiva
 
¿CÓMO ACTUAR ANTE LAS RABIETAS DE LOS PEQUEÑOS?
La regla general ante una rabieta es actuar para que esta conducta no se haga habitual y nuestros niños y niñas aprendan nuevas formas más productivas de enfrentarse a situaciones frustrantes.
Es fundamental que aprendan esto, puesto que generalizaran este aprendizaje emocional y les llevará a ponerlo en práctica en su vida adulta. Los adultos tienen conductas similares, solo que las rabietas de adultos ocurren con otro tipo de manifestación conductual como ansiedad.
¿QUÉ PODEMOS HACER?

10 REGLAS PARA MANEJAR LAS RABIETAS

  1. No debemos prestar atención a la rabieta. Si respondemos de forma automática a la rabieta, no dejamos que el pequeño aprenda a tolerar esa frustración. Debemos enseñarle que con las rabietas no consigue su objetivo.
  2. Espera a que el pequeño se calme, y entonces actúa.
  3. Explícale con calma, sin alterarte, que cuando se tranquilice le prestarás atención y te pondrás con él a solucionar la situación.
  4. No pierdas los nervios, un enfado por tu parte, es una forma de prestar atención.
  5. Se firme y constante, pero muéstrale cariño y no enfado. Dile algo así como: “si no te calmas no sabemos lo que te pasa, cuando te tranquilices nos lo explicas y hacemos algo”.
  6. Desvía la atención del niño o niña hacia otra cosa.
  7. Procura que los pequeños descarguen tensiones, llévalo al parque, a montar en bici, usa el sentido del humor.
  8. Actúa como ejemplo, cuando te sientas frustrado o enojado, trata de controlarte y no perder los nervios.
  9. Dialoga con él, expresa tus emociones y procura que ellos se sientan cómodos para hacerlo de una manera adecuada y sana.
  10. No juzgues a los niños o niñas. Se compresivo y critica en todo caso su comportamiento, explicándole como te sientes, no critiques al niño o niña.
Veamos cuales son los diferentes tipos de rabietas y que podemos hacer ante cada uno de ellos.
Tipos de rabietas según su causa
  1. El Cansancio. A menudo cuando los pequeños están cansados, se comportan con rabietas. El cansancio les hace sentir enojo y malestar y su forma de expresarlo es con una rabieta. Ejemplos de esto son: el niño que tiene sueño, cuando le despertamos temprano, el pequeño que está cansado de hacer sus deberes, etc.
En estos casos, intentaremos que el pequeño descanse, pero no debemos prestar atención a la rabieta. Si no se puede descansar en ese momento, intentaremos apoyar al pequeño y relajarle. Esperaremos a que se relaje un poco y acudiremos a apoyarle.
  1. Llamada de atención. Si el pequeño quiere recibir atención, sentirá un sentimiento de frustración y enojo porque no se le hace caso. Probablemente intentará otras conductas antes de la rabieta, y si no tiene resultado dará rienda suelta a su enojo con una rabieta, más aún si esto le ha dado resultado en anteriores ocasiones.
Si respondemos ante una llamada de atención, aunque sea con una regañina, el pequeño obtiene lo que quiere. Para él es mejor que le hagamos caso aunque sea riñéndole que no hacerle caso. Aprenderá que cuando se calme le haremos caso. Ignórale durante el tiempo de la rabieta, cuando se relaje le atendemos.
  1. Conseguir o evitar algo. Otra situación en la que los niños y niñas suelen sentirse frustrados es cuando no consiguen obtener algo que quieren. El pequeño quiere algo, un juguete, comer de postre un helado, etc. si se le niega, sentirá frustración y responderá con una rabieta. Lo mismo ocurre cuando el pequeño no quiere algo, y no puede evitarlo, comer verduras, acostarse pronto, recoger, irse al baño, su frustración le llevará a una rabieta.
En estos casos, le avisaremos al niño o niña de lo que tiene o no tiene que hacer, con anticipación, explicándole porque tiene que hacerlo. Le daremos así una anticipación a la situación. Llegado el momento si entra en una rabieta, le dejamos unos minutos (2 o 3), sin hacerle caso, después de esto, sin perder nunca los nervios, le volvemos a decir lo que tiene que hacer o lo que no puede ser. Finalmente acompañaremos al pequeño a la situación, le llevaremos a la cama, le daremos la comida, nos le llevaremos de la habitación de jugar, etc.
  1. Malestar ante una situación que no les gusta. Cuando algo no les gusta, también suelen responder con rabietas, que le cambien de sitio en clase, tener que ir a hacer una visita en lugar de jugar, un comentario de alguien, una regañina, etc.
En estos casos es muy importante apoyar al pequeño, mostrarle cariño y comprensión, y transmitirle que con la rabieta no se reduce el malestar o no desaparece la situación que le desagrada. Para ello hablaremos con él, con mucha calma y paciencia. Esperaremos a que se calme, para hablar con él. Mientras este con la rabieta estamos cerca de él, no le dejamos solo, y tratamos de relajarle. Cuando esté tranquilo dialogamos con él sobre la situación.
  1. El pequeño necesita descargar tensiones, frustraciones presentes o pasadas. Esto ocurre cuando observamos que el pequeño entra en una rabieta por cualquier motivo. En estos casos el niño o niña se siente frustrado por alguna situación que le hace enojarse y la situación actual solo será el detonante. En estos momentos debemos ser muy comprensivos, indagar sobre la situación, ya que puede ser un problema mayor, darle muestras de cariño y como siempre esperar a que se calme.
Fuente: EDUCAPEQUES

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

BLOGS A LOS QUE SIGO...

FOLLETOS PARA PADRES DESCARGABLES

Boletin de recopilaciones FAMILIA y COLE 1

Boletín de Recopilaciones FAMILIA y COLE 2