miércoles, 13 de agosto de 2014

¿QUE DEBE SABER UN NIÑO DE 4 AÑOS?

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¿QUE DEBE SABER UN NIÑO DE 4 AÑOS?
Hace poco, en un foro sobre la educación de los hijos, leí una entrada de una madre preocupada porque 

sus hijos, de cuatro años y año y medio, no sabían lo suficiente. "¿Qué debe saber un niño de cuatro años?", 
preguntaba.


Las respuestas que leí me llamaron mucho la atención. Una madre indicaba una lista de todas las cosas que 
sabía su hijo. Contar hasta 100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente. Otras 
presumían de que sus hijos sabían muchas más cosas, incluso los de tres años. Algunas incluían enlaces a 
páginas con listas de lo que debe saber un niño a cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se 
desarrolla a su propio ritmo y que no hay que preocuparse.
Pensé que probablemente la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fuera añadirle más 
preocupación. Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han 
convertido en trofeos de los que presumir. Pero atención!!! La infancia no debe ser una carrera que arroja 
por resultado niños ganadores y niños perdedores.
Alicia Bayer, una mujer norteamericana que se interesa por los temas de infancia y educación, hace una lista 
de aquellas cosas importantes que debe saber un niño/a de 4 años. Me pareció hermosa y la comparto:
1.Debe saber que lo quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.
2.Debe saber que está a salvo y además cómo mantenerse a salvo en lugares públicos, con otra gente y en 
distintas situaciones. Debe saber que tiene que fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca 
tiene que hacer algo que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus derechos y
 que su familia siempre lo va a apoyar.
3.Debe saber reír y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por pintar el cielo de color 
naranja o dibujar gatos con seis patas.
4.Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se le va a dejar dedicarse a ello. Si no le apetece 
nada aprender los números, sus padres tienen que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y 
dejar que en cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar o a jugar en el barro.
5.Debe saber que el mundo es mágico y él también. Debe saber que es fantástico, listo, creativo, compasivo
 y maravilloso. Debe saber que pasar el día al aire libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y 
casitas de cuentos de hadas es tan importante como aprender los números. Mejor dicho, mucho más.
Pero más importante es lo que deben saber los padres:
1.Que cada niño aprende a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en 
absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga cálculos después.
2.Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro no son los 
manuales, ni las guarderías elegantes, ni los juguetes caros, sino que mamá o papá dediquen un rato cada día
 o cada noche (o ambos) a compartir momentos de juego, lectura, dibujos y risas con sus hijos.
3.Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Estamos tan 
obsesionados por tratar de dar a nuestros hijos todas las "ventajas" que lo que les estamos dando son unas 
vidas tan pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas que podemos 
ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.
4.Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y, lo más importante, 
libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de 
nuestros hijos y no los echarían de menos, pero algunos son importantes: juguetes creativos como los LEGO
 y los de encastre, una buena cantidad de témperas y plastilinas, los instrumentos musicales, los disfraces, y
 libros y más libros. Necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas, amasar pan y ponerlo todo 
perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo 
salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que puedan arrancar la hierba y hacer un cajón de barro.

5.Que nuestros hijos necesitan tenernos más. Hemos aprendido tan bien eso de que necesitamos cuidar de 
nosotros mismos que algunos lo usamos como excusa para que otros cuiden de nuestros hijos. Claro que 
todos necesitamos tiempo para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza y, de 
vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos. Pero vivimos en una época en la que las revistas para 
padres recomiendan que tratemos de dedicar 10 minutos diarios a cada hijo y prever un sábado al mes 
dedicado a la familia. ¡Qué horror! Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades 
extraescolares, las clases de ballet, fultbol e ingles mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS. 
Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas 

madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan 

tonterías con 
ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin importarnos que el pequeñajo 
vaya a 150 metros por hora. Tienen derecho a ayudarnos a hacer la cena aunque tardemos el doble y 
trabajemos el doble. Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta 
verdaderamente estar con ellos.
..............................................................................................
Mucho para reflexionar como padres, educadores, o desde el lugar que nos toque en contacto con uno de 
los tesoros más preciosos: LA INFANCIA.
Lic. Miriam I Martínez

2 comentarios:

  1. Te doy la razón, es muy hermoso, no puedo estar más de acuerdo. Tengo un nene de 4 años y para mi lo mas importante es que sea feliz y que sepa que estaremos a su lado cuando nos necesite, no el que sea el primero de su clase en aprender a leer. Ninguno recordamos cuando aprendimos a leer, pero siempre recordaremos los ratos de juego que pasamos con nuestros padres.

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  2. Es un razonamiento totalmente correcto y acertado. A veces dejamos todas nuestras energías en hacer que los niños intenten quemar etapas saltándose otras que son tan importantes o más que aquellas que relativizan todo el proceso de la infancia en la adquisición de unos conocimientos que nos hagan estar satisfechos con sus conocimientos. Está demostrado que cuidar la salud emocional de un niñ@, cuidarle, darle cariño, acompañarle en su día a día, compartir juegos y secretos con ellos, hacen luego que sea má proclive a asumir nuevos retos que le lleven a ir consiguiendo habilidades y aptitudes en su vida académica. Yo desde el aula trabajo mucho el que estén agusto, se sientan protegidos y confiados, que sepan que allí es posible todo, desde compartir una rica comida con el profe en la cocinita, construir con las piezas de construcciones fantásticos e inverosímiles artefactos, buscar un abrazo o un mimo cuando el día se nubló y por supuesto el aprender aquello que les voy enseñando porque saben que será algo que les será útil en algún momento de sus vidas...cuando sientes que esa conexión funciona lo demás está ya rodado...un niño féliz es capaz de conseguir lo que se proponga y esa felicidad y seguridad sólo se la podemos dar nosotros...saludos

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