La enfermera
“C” cuidaba de la “H” desde que esta se puso malita, y esta seguía
triste porque no podía hablar. Pero un día por casualidad este problema
se solucionó. Un día la H después de pasar calor bebió un vaso de
naranjada fría, y se acatarró tanto que tuvo que llamar a la enfermera
porque tenía fiebre. La enfermera pasó todo el día cuidándola sin poder
ir de paseo con los príncipes.
La doctora
“T” le recetó que saliera a tomar el sol y el aire para ponerse fueret.
La enfermera C la acompañaba y la llevaba del brazo. Iban calladas las
dos, cuando pasaban delante del señor estudioso la H estornudó: “Chiss,
Chiss, Chisssss” El señor estudioso se volvió y se quedó sorprendido.
¡Esa letra no la había oído nunca! La llamará CH. Y ya podrá escribir
palabras como ch…ico, ch…aqueta, ch…ocolate…
Si pincháis en la imagen aparecen las fichas de grafomotricidad.
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